Bueno… Ya voy por mi 12º día sin Fumar, y la verdad es que lo llevo súper bien. Hace un par de días le comentaba a Yari que me daba la sensación de llevar muy poco tiempo vapeando. Sin embargo hoy, tengo la sensación de llevar haciéndolo mogollón de tiempo, y me cuesta creer que me haya tirado 35 años de mi vida fumando.
Ya hace más de una semana que empecé a notar de forma exagerada todos los olores que me rodean. Y eso que ya tenía de antes el Olfato y el Gusto súper desarrollados. Pues lo que me faltaba… ¡Si ya era maniática con los olores, ahora ya ni te cuento!
Excepto una tarde que íbamos paseando con Naia, me llegó el aroma de un Cigarrillo Rubio que alguien fumaba cerca y me encantó, desde que vapeo no soporto el olor a Tabaco. ¡Huelen fatal, el humo y la ropa de la gente!
No sé si fue el segundo o tercer día de empezar a vapear, que noté un olor raro en el Salón de mi casa. Se lo comenté a Yari y dijo que olía como siempre. Acabé husmeando como los perros, hasta que mi Olfato me llevó a la papelera que tenía bajo la mesa del Ordenador, donde vaciaba un cenicero tras otro, lleno de colillas y ceniza. ¡Qué asco me dio, joder! ¡Casi vomito! Lo primero que hice fue lavar a conciencia y guardar todos los ceniceros que había por casa (que son un montón).
Ahora noto que mi casa huele diferente. Solo por ese motivo, ya ha valido la pena. Eso sí… He dejado un par de ceniceros fuera, porque cuando estoy delante del ordenador, necesito dejar el E-Cig apoyado en el, como hacía antes. Además, como es de color Negro, lo voy dejando por cualquier sitio y luego no lo encuentro. ¡Más vale que siempre tengo 5 ó 6 E-Cig a mano! Y lo normal es que, el que estoy usando en ese momento, lo lleve en el bolsillo o entre los dedos (sigo con el Síndrome Chupete).