Pues eso… ¡¡ Que hoy hace 2 años que dejé de Fumar y todavía no me lo creo !!
Fumaba 4 cajetillas diarias, aunque en las últimas semanas bajé a 3 (cuestión de presupuesto). Lo más extraño de todo es lo fácil que me ha resultado dejarlo, porque lo intenté en varias ocasiones y jamás lo conseguí… ¡Ni estando Embarazada! Así que nunca me lo planteé, por miedo a comprobar que no podía dejarlo.
Quizá ha funcionado por eso mismo, porque ni siquiera me lo planteé. Lo único que sé es que compré por Internet un Cigarrillo Electrónico (con Nicotina), con el único fin de reducir el consumo de Tabaco a una cajetilla diaria, y me supo tan bueno que pasé del Pall Mall. ¡Era como cambiar de marca de Tabaco!
Sólo lo he echado en falta en dos ocasiones. La primera, en una borrachera monumental que me agarré hace año y medio. Me tentaron para que me fumara uno… Llegué a tener el cigarrillo en los labios, y el encendedor en la mano. Puse en la balanza de mi conciencia los pros y los contras de hacerlo, y llegué a la conclusión de que no valía la pena. Aún guardo en un cajón el cigarro y el mechero, como recordatorio de mi auténtica prueba de fuego. La segunda vez me pasó este verano, estando en la playa. Al salir del agua y tumbarme en la toalla, instintivamente eché la mano al bolso, buscando el paquete de Tabaco. Y como no tenía… ¡Me entró una angustia…! La sensación me descolocó por completo, hasta que recordé que ya no fumaba. Entonces saqué el E-Cig y le dí un par de caladas tan intensas, que me supieron a gloria.
Supongo que la tentación siempre estará ahí, y ya sabéis lo mal que me llevo con las tentaciones, prohibiciones, etc… jejejeje. En mi mano está el resistirme a ellas o no, pero creo que hoy puedo decir que por fin lo he conseguido.